martes, 8 de enero de 2013

Estación Orichalcum



Escribir esta entrada está siendo todo un reto. Terminé la lectura de "Estación Orichalcum" hace días, pero no encuentro el momento preciso de enfrentarme a esta hoja en blanco y poder transmitir la mínima parte de lo que este título me parece. Quizá sea porque siento total indignación ante la idea de ver editados otros libros de muchísima menor categoría, claro que sus afamados autores deben de pesar mucho más, y no entiendo como ninguna editorial se ha decantado ya por toda esta revelación literaria, Gabri Ródenas y su mundo. O quizá, porque sencillamente no soy capaz de transmitir nada tras el impacto de su lectura.

Superadas estas pequeñas trabas, que en nada tienen que ver con la historia, no me queda de otra que lanzarme de lleno en esta modesta reseña.

No me gusta la idea de desvelar demasiados datos, porque tampoco me gustaría quitar emoción  a su anterior novela "El búnker de N", dado que podría decirse que Estación Orichalcum es su "secuela". Andarse con pies de plomo, en este terreno, es tremendamente complejo. Habrá aún muchas personas que no la hayan leído, craso error opino, pero por si las moscas...

Tras adentrarme en esa magnífica obra, su búnker,  vislumbrar un final que en nada tuvo que ver con la realidad (aunque a mi favor diré que el mío era bastante más impactante ;-D), y tras comentarlo con el propio autor, no puedo más que admitir que no las tenía todas conmigo con  su segundo libro. Sabía de sobra que me gustaría, dado que el estilo que muestra en sus escritos es, sencillamente, fabuloso e irrepetible. Pero continuar con ciertos personajes, tras lo vivido, podría ser bastante complejo de hilar.

Pero eso solo pasa en cabecitas mundanales como la mía, para autores de la talla de Gabri es un sencillo contratiempo que salvamos con un final y comienzo dignos del más puro estilo "Rodenil". Y es que, tras leer el primer capítulo, disfrutarlo, reir y descubrir el sello personal del autor, no cabe otra palabreja en mi vocabulario. Guiño inofensivo y con todo el respeto que se merece.

Una historia real, puesto que opino que no va en nada desencaminado, presentada tan sutilmente que cuando quieres darte cuenta estás metido hasta el cuello. Y pienso, ¿podré salir?  

Pero Gabri ya nos advierte al principio, es una historia con final abierto, en el que cada uno de nosotros podremos hacer que cambie, según nuestro mundo, nuestra manera de pensar y, lo más importante, nuestra manera de actuar.

Un consejo, leer el libro con un mp4 o similar al lado. No son pocas las recomendaciones musicales en el libro, que te introducen (más si cabe) en esta intrigante historia. La vena melómana del autor no pasa desapercibida, y apuntarse unos buenos títulos a leer (para todo aquel que no lo haya hecho ya), imprescindibles para todo amante de este género. 

En cuanto a su forma de mostrarnos su visión peculiar, no puedo más que decir que pocos autores me enganchan tanto. Escribe de manera fluida, amena, directa, pero no por ello pierde el glamour innato en él. Llega a todos, independientemente de los gustos y edad. Evidentemente hay datos complejos, giros inesperados (no sería él claro) y reseñas a personajes de su primera novela (esta parte me encanta).

Que ha crecido como escritor, salta a la vista. Si su primera obra me pareció estupenda, esta ha superado con creces mis espectativas. Las relaciones continúan de forma lógica y los personajes pueden palparse, como si de personas reales se tratase. Porque pese a lo "imaginativo" de la trama, no olvidemos que la fuerza real la aportan los integrantes de la misma.

¿Tengo que evaluarla finalmente?, creo que no le pondré un calificativo único, puesto que encasillar a las obras, y de paso a sus autores, no va conmigo. Me gusta la libertad y amplitud de miras, así que lo denominaré sencillamente como best seller atemporal, eso sí, de una gran calidad indiscutible.   

 

2 comentarios:

  1. Honestamente, Paloma, a pesar de ser escritor, mis palabras se quedan cortas para agradecer las tuyas. Tiendo a ser ligeramente repetitivo sobre este punto, pero es que es cierto si digo que por cosas como ésta, merece la pena seguir dando guerra, luchando a pesar de los pesares. Porque tengo una cosa clara, con personas como tú a mi lado, ¡la victoria es nuestra!

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    1. Gracias por tu comentario, ahora la ruborizada soy yo ;-P.

      Somos muchos los que disfrutamos con tu trabajo, así que somos muchos a pelear también. Por lo que preveo que esta batalla está ganada de antemano :-D

      Proyecto "Gabri en papel", en marcha.

      ¡A por todas!




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